Suelo ser bastante optimista en mis cantos a la cultura, como sabéis, en mi defensa y trabajo diario del uso de la cultura como arma para mejorar la vida de las personas, conseguir un mundo un poquito mejor...
El teatro, como máximo representante de las artes escénicas, nos abre las puertas a nuevas dimensiones y nos hace seres más preocupados por otras realidades. Más completos.
Los que nos dedicamos a esto, lo sabemos. Los que peleamos cada día por poner en marcha proyectos teatrales e intentar vivir de ello (tan difícil, tan difícil), lo sabemos. También lo saben los asiduos a las salas. Toda esa gente que está de acuerdo conmigo en esto que cuento y va al teatro para dejarse llevar, soñar, reír, llorar...
Pero, hay mucha gente aún no ha probado ese veneno y otra gente a la que no le interesa que eso ocurra.
En estos tiempos de debates políticos, de elecciones y campaña... Animo una vez más a que las artes escénicas, a que el teatro esté sobre la mesa de las prioridades.
Seguiremos soñando...
Fran Perea
Manifiesto en el Día Mundial del Teatro 2018, Carlos Celdrán (Cuba)