Comentaba yo el otro día en las redes sociales sobre aquel chaval de 15 años que empezó a estudiar teatro en Málaga, en una escuela llamada 'La Sala de danza y teatro'..
Intentaba yo imaginar qué habría pensado aquel 'ese yo'...
Intentaba yo imaginar qué habría pensado aquel 'ese yo' de entonces si le hubiesen dicho que al cabo de algunos años estrenaría una función llamada 'La Estupidez' de Rafael Spregelburd, en los Teatros Luchana. La función formaría parte de un proyecto propio de mi propia compañía (Feelgood Teatro), y los teatros... Bueno, 'serás socio fundador'.
Venga ya.
Algunos ya sabéis que a veces busco a ese personaje que fui para comentarle...
Digamos que ese es el pie de foto.
La foto es algo más compleja y está llena de detalles de todo tipo, que se han ido agolpando en los márgenes de la panorámica a base de retoque y retoque. Entre el original y la versión de hoy, tantas personas, tantas cosas, tanto esfuerzo.
Yo quiero mostrar aquí mi agradecimiento a los y las que habéis querido acompañarnos en esos tres días tan especiales en los Teatros Luchana. Tres funciones que van a quedar en nuestra memoria por mucho tiempo y que nos van a dar alimento también para lo que venga. Para el futuro.
El 2016 ya pasó, al fin.
El 2017 empieza de la mejor manera posible y le sigue mucho... Más estupidez, formar parte de un jurado, subirme a la bici, contar una historia tras la cámara e intentar investigar en el mundo de los recuerdos de un señor llamado Solomon. Eso hasta junio. Pinta bien.
Vamos allá.
Nos vemos (con los ojos).
Fran Perea